La Carboxiterapia consiste en la aplicación de CO2 en la zona a tratar. Esta técnica consigue oxigenar el tejido, mejorar el aspecto de la piel, recuperar su elasticidad, disminuir la celulitis y reducir acúmulos grasos localizados.
La aplicación de CO2 se realiza con una aguja muy fina. El tratamiento no es doloroso y permite retomar las actividades diarias inmediatamente.
Las sesiones se realizan 1 a 2 veces por semana, dependiendo de cada caso.
Zonas que se pueden tratar:
- Muslos y glúteos
- Rodillas
- Abdomen
- Brazos
- Ojeras
- Cuello