El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar, y la mayoría cargados de contraindicaciones para mantener la figura. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables… Sin embargo, sobrevivir a estos maravillosos momentos sin que la báscula pase factura no es tan difícil.